Desde que tengo uso de razón, la creatividad ha sido una constante en mi vida. Siempre fui una niña dulce y alegre, con una mente que nunca dejaba de imaginar. Mientras otros se perdían en juegos tradicionales, yo me sumergía en mundos de fantasía, inventando historias y personajes que cobraban vida en mi mente. La creatividad no solo era un pasatiempo, sino una necesidad; una forma de expresarme y de dar forma a las ideas que siempre fluían dentro de mí.

Desde pequeña, la sociabilidad fue una de mis virtudes. Me fascinaba conectar con los demás, entender sus historias y compartir las mías. Estas interacciones no solo alimentaban mi curiosidad, sino que también me impulsaban a ser una mejor versión de mí misma. El trabajo duro y la dedicación siempre fueron pilares fundamentales en mi vida; sabía que con esfuerzo y pasión, podía alcanzar cualquier meta que me propusiera.

Hoy, al mirar hacia atrás, veo cómo cada uno de estos rasgos ha moldeado mi camino en el mundo de la publicidad y las relaciones públicas. Este portafolio es un reflejo de mi viaje, una combinación de creatividad, esfuerzo y la alegría de comunicar. Aquí encontrarás los proyectos que nacieron de esa niña soñadora, que con el tiempo se convirtió en una profesional comprometida y apasionada por lo que hace.